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El influjo de la luna y los escépticos

¿Crees que la luna, los planetas y las estrellas influyen en la personalidad que tendrá un recién nacido? Es decir, ¿crees en el horóscopo?

Esta es la pregunta que me hacía un amigo (Bernal) en una lista de correo que compartimos. Para quien conozca mi postura escéptica, mi respuesta era predecible.

¿Que es el escepticismo? Es la actitud de no creer las cosas porqué sí o porque las afirman ciertas personas, de intentar pensar por uno mismo y no aceptar a ciegas las supersticiones que muchos intentan hacernos creer. El escepticismo es también un movimiento organizado mundial de personas con estas mismas actitudes del que se puede conseguir más información en España en la web de ARP – Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

Si quieres saber cual ha sido mi respuesta sigue leyendo:

Bueno, hablando en general diré que efectivamente “la magia existe”. Sí, sí. La magia es cómo explicamos todo aquello que no sabemos explicar. Y es evidente que hay muchas cosas que (como especie) no sabemos explicar.

Lo que ocurre es que la magia se ha desplazado a otros acontecimientos de la realidad porque los más cercanos están ya bastante explicados. Si para alguien en la edad media podía ser magia un fenómeno electromagnético (como la atracción o repulsión de dos cuerpos sin saber muy bien porqué) hoy día eso está muy bien explicado. Hoy en día la magia está en acontecimientos básicos de la estructura ínfima de las cosas (cuáles son las partes últimas de la materia) o la estructura macroscópica de las cosas (el universo). Esos acontecimientos por desgracia no los podemos experimentar en nuestra vida diaria porque ocurren a escalas o velocidades (cercanas a la de la luz) en las que no nos solemos mover. No obstante, la ciencia trata de investigarlos y hace que la magia esté cada vez más atrás. ¿Podremos alcanzar a la magia alguna vez? ¿explicar todo con tanto detalle que desaparezca la magia? No lo se. Es posible que no. El futuro lo dirá.

En el caso concreto que tratamos (la influencia de los planetas y estrellas en la personalidad de un recién nacido) yo efectivamente no me creo nada porque:

-Primero, no veo cómo si existiese una influencia de algún tipo (la fuerza gravitatoria, por ejemplo) esta se podría comunicar a la personalidad de un recién nacido, personalidad que tiene que ver con un proceso químico y eléctrico que se produce en un sistema nervioso de la persona 30 años después de nacido. En mi opinión, ejercería más fuerza otras cosa como la alimentación, educación, modo de vida, etc.

-Segundo, no veo porqué tiene que ser la influencia por el momento del nacimiento. Este momento es absolutamente artificial hoy en día y un médico puede tanto adelantarlo (con una cesárea programada) como retrasarlo mediante medicinas. ¿No sería más lógico que influyese el momento de la procreación o la configuración durante los nueve meses en que se forma el sistema nervioso?

-Tercero, las fuerzas de interacción entre cuerpos están muy bien estudiadas y o bien son de corto alcance (la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte) o bien (como la gravitatoria) depende de los dos cuerpos implicados. La fuerza de atracción de la luna sobre las mareas se puede medir porque ambas masas son gigantescas (la luna y la masa de los océanos), pero no se puede medir cuando la interacción se da entre una masa grande y otra pequeña (es evidente que la luna levanta las mareas pero a nosotros, masa pequeña, no nos mueve del sitio).

-Finalmente, no se que tiene que ver la configuración de las constelaciones con la personalidad humana, teniendo en cuenta que dichas constelaciones son absolutamente casuales (las estrellas que forman dicha constelación no están relacionadas entre sí, están muy distantes entre ellas y solo las vemos agrupadas por una pura coincidencia “del sitio desde donde las vemos”). De hecho, diferentes culturas han agrupado las estrellas en diferentes constelaciones.

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