Una opinión "distinta" sobre la música en Internet
En estos tiempos de “pensamiento único” lo dificil es encontrar una opinión contraria al consenso general. Y cuando todo el mundo parece encontrarse tan cómodo hablando de la “música libre” y sin rubor recomiendan “robar” el trabajo de tantos artistas, encontrar un artículo tan refrescante como El principio de realidad es esperanzador.
Podemos leer:
Si yo dejo mi copia privada al alcance de miles de internautas y éstos se hacen otra copia privada que utilizan en sus equipos, están haciendo gratis algo que el propietario de los derechos considera que debe hacerse pagando (pagándole a él concretamente).
Y es que uno podrá creer que los discos son caros, pero el precio lo ponen los vendedores. Nosotros como consumidores lo que podemos hacer es dejar de comprar un producto si nos parece que no merece la pena pagar por su precio. Pero robarlo no es la solución. Y más cuando este robo se “enmascara” llamándolo “copia privada”. Con esta actitud tan cínica, ¿nos extraña que la SGAE imponga un canon en los CD para autorizar la copia privada? Si nosotros “jugamos” a que lo que hacemos son copias privadas, no nos debe extrañar que nos “sigan el juego” y cobren por una actividad que según nosotros mismos hacemos tan a menudo.
También dice:
Si las redes P2P se hubieran limitado a discos descatalogados, maquetas rechazadas y material no digerible por la industria ¿las habrían puesto en su punto de mira las multinacionales del sector? ¿Cuánta “cultura alternativa” que no haya sido publicada comercialmente se intercambia en las P2P?
Lo que está claro es que la industria discográfica debe aprender otra forma de vender música. Si yo bajo un mp3 por la red y lo grabo en CD, no es lógico que tenga que pagar el precio de venta del CD en un establecimiento. Y no es lógico porque estoy ahorrando gran parte de los gastos al vendedor. No ha tenido que quemar él mismo el disco (lo he hecho yo en casa), no ha necesitado distribuirlo en camiones hasta los puntos de venta (la distribución la he pagado yo con mi conexión a internet) y el producto no ha tenido que estar almacenado y expuesto en un comercio. Pero debemos seguir pagando al artista, a los músicos que participaron en la grabación, y a la productora que pagó el estudio de grabación y la promoción.
Hasta que las discográficas aprendan esta nueva forma de vender (ya lo están haciendo con iniciativas como iTunes) nuestra opción como consumidores es no comprar, si creemos que el precio es abusivo. Pero desde luego robar no es la solución.
Yo siempre pongo el ejemplo de Asimov, que es un autor que a mi (y a mucha gente) me gusta. Asimov fué un autor con una gran producción. ¿Que hubiese ocurrido si no se le hubiese pagado por su trabajo? Pues no digo que hubiese dejado de escribir porque seguramente escribir era su vocación y su vida. Pero desde luego su producción habría bajado mucho ya que no podría haberse dedicado a ello profesionalmente y tendría que haberse dedicado a otro trabajo (creo que él era Químico).
Un saludo.
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