Discriminación positiva: ¿Sí o No?
Este es un tema más que peliagudo. Leo a Juan Luís, de Tecnorantes, sobre la ley de Igualdad que el gobierno pretende poner en marcha
Entre otras medidas, se pretende forzar a que se respete la paridad de sexos, para empezar en las listas electorales, pero también la administración pública e incluso en los consejos de administración de las empresas.
Juan Luis opina que esta ley es absurda ya que ante el caso de dos candidatos, hombre y mujer, en el que el hombre está más capacitado, puede obligar a que sea la mujer la elegida. Injusto para el hombre y denigrante para la mujer, que sabe que ocupa ese puesto no por méritos propios, sino por su condición.
Yo me he hecho este razonamiento muchas veces y solía coincidir completamente con su opinión, pero cada vez estoy más convencido de que algo así es necesario.
Las leyes de discriminación positiva lo que intentan es cambiar una situación injusta que no debería haberse dado: ¿Es normal que el 90% de los miembros de un consejo de administración sean hombres? ¿Eso es porque los hombres son más capaces que las mujeres, o es debido a que hay una cultura de “discriminación” implantada en la empresa?
Estoy de acuerdo en que ante dos candidatos, el sexo no debería contar. Simplemente se le debe dar el puesto al más preparado. Si este es un hombre, pues perfecto. Pero cuando tras 10 años de evaluar candidatos para formar parte del consejo, el 99% de las veces se ha elegido al hombre sobre la mujer, entonces ya no hablamos de que el hombre esté más preparado. Y esta es la verdadera situación. No es que en un caso concreto, se haya elegido al hombre sobre la mujer porqué esté sea mejor candidato, sino que en todas las ocasiones se ha elegido al hombre.
¿Cómo lo solucionarías tú?
la paridad obligatoria es necesaria de momento, más adelante cuando la cosa se haya estabilizado (que sería lo deseable, a la larga) se podrá quitar para que los márgenes no sean exactamente 50-50, sino 40-60 ó 60-40 dependiendo de los sectores.
desde luego un 99% de pirulas en un consejo de administración, no tiene nada que ver con que se lo hayan ganado, es algo cultural
yo estoy completamente a favor del fin, pero completamente en contra del medio… por muy positiva que sea una discriminación, sigue siendo discriminación.
el problema es que no se sabe cómo conseguir el fin, pero no es excusa para aceptar un medio tan discriminatorio.
siempre planteo el caso contrario… y si más del 50% de mujeres merecen ocupar esos puestos? se quedarían fuera injustamente…
Ya digo que es un tema complejo. La pregunta es ¿por qué más de un 50% de mujeres se va a merecer ocupar esos puestos? ¿Y por qué más de un 50% de los hombres?
En una situación normal, lo lógico es que esos puestos se mereciesen de modo más o menos igualitario entre hombres y mujeres ¿no?
Por otro lado, la igualdad solo se puede conseguir si se busca desde la base. Si el 90% de los “políticos de partido” son hombres, es ilógico que los ministros tengan una composición del 50%.
En ese sentido creo que lo más justo es que en todos los niveles de una empresa se mantenga la paridad. Otra cosa es que por el tipo de trabajo haya menos personas de un tipo que de otra que opten al puesto. Estoy pensando en el caso de los maestros de educación infantil. El 90% son mujeres, pero es una situación que se da ya desde la universidad. Por lo tanto sería ilógico obligar aquí a que hubiese paridad.
Las mujeres suelen decir que cuando encontremos mujeres incompetentes al frente de los puestos de responsabilidad es que empieza a haber igualdad.
Quiero decir que si en la actualidad una mujer llega a esos puestos muy probablemente ha trabajado mucho, por contra un hombre puede estar por delante de otros hombres que reunen mas meritos y no nos extraña.
Yo estoy a favor de la descriminación positiva como única forma de corregir situaciones anormales, pero requiere un poco de flexibilidad.
Lógicamente si se tienen que cubrir 6 puestos y solo disponemos de 2 candidatas, no tiene sentido que intentemos una relación 3 a 3, pero tampoco una 6 a 0.
A mi me parece el típico caso de situación que no se soluciona con una ley, al menos con una ley directa. Es como la violencia doméstica ¿ha reducido en algo el número de agresiones la ley actual? Las leyes no hacen magia, establecen los límites de la convivencia y son necesarias para vivir en sociedad, pero no educan ni transforman a los individuos. Además creo que en unos años este asunto se solucionará por si sólo: ¡las muejeres vienen empujando fuerte!
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